Despues del infierno coreano, aqui estamos, en el purgatorio chino...
en poco mas de una hora te plantas de Busan en Shanghai, aun con tiempo para pasar por el H&M a comprar unos "must have" para las vacaciones de GUAM (os he dicho que me voy 4 dias con Linda y Tomomi porque se nos cruzaron los cables el otro dia y lo decidimos de sopeton?)
Como ya os he contado en otras ocasiones, Shanghai es una de esas ciudades chinas que ofrece la vista de delante y detras de la fachada, en solo unos metros, pero aun asi, y pese a los contrastes, o precisamente POR los contrastes, es una ciudad interesante que me gusta, desde un punto de vista digamos "critico"
Desde luego no hay comparacion posible con Busan, el colmo de todos los males. En Shanghai hay mil cosas que ver y hacer, montones de bares, restaurantes y cafes donde te apetece tomar cualquier cosa solo al pasar, y comida deliciosa hasta en los puestos callejeros. Para ser fiel a la verdad, en China he comido de todo y jamas nada me ha sentado mal, sinembargo, aun sigo padeciendo los efectos de la anguila del Lunes en KR...
En cualquier caso, a parte de las compritas en el H&M, poco mas os cuento de Shanghai esta vez (JR, lo siento, lo tuyo no pudo ser, encontre cosas parecidas pero no lo que me encargaste).
A las 5 a.m. me esperaba Zhanchun en el hotel para coger el tren a Ningbo, al otro lado de la bahia de Shanghai, unos 150Km en linea recta, y unos 400 por el camino que sigue el tren... y desde la estacion, 1.5 en coche hasta la fabrica!
En el tren no mate a alguien por no tener problemas con el visado, pero os aseguro que no fue por falta de ganas. Especialmente desde que vivo en JP he desarrollado esa habilidad tan nipona para dormir en los medios de transporte, y con el madrugon de esta manana, yo contaba con 4 horitas de sueno en el tren, pero una familia sentada delante de nosotros decidio que de eso nada, que el tren esta para charlar y cuanto mas alto mejor. La mujer que tenia delante, no paro de vociferar durante las 4 horas de viaje. Bueno miento, se callo durante una media hora, cuando uno de los empleados del tren empezo a relatarnos las maravillas de los productos de "venta a bordo" que ofrecen en cada viaje: calcetines irrompibles, medias que no se hacen carreras, juguetitos infantiles que emiten ruidos infernales, y unos cepillos de dientes que no se que conyo hacian, pero que se paso 10 minutos describiendo, a gritos, para que le oyera todo el vagon.
Solo unos minutos antes de la Trentienda, la mujer sentada al lado de Zhanchun empezo a jugar a no se que con el movil, y cada vez que marcaba un gol o lo que fuera, el telefono pitaba, y debia jugar que te cagas, porque no paro de pitar...
Os juro que tenia la cabeza como un bombo. Como va el Gobierno a respetar los DDHH si la poblacion no respeta ni al que tiene sentado al lado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Menudo viajecito...
Pero para que no digais que todo lo que cuento es malo, os comento que el hotel en el que estoy ahora esta genial. Pertenece al grupo empresarial del proveedor al que audito, y esta rodeado de montanas de bambu,
con una habitacion grande y preciosa que no parece de puticlub, y tiene una seleccion de productos de aseo mucho mas mona que la de Busan:
Fijaos en el paquetito azul de la derecha: son condones! Eso no lo habia visto hasta ahora en ningun hotel. Pero tampoco habia visto el bote de insecticida hasta el otro dia... Siempre hay una primera vez para todo, supongo.