5 de diciembre de 2007

DE VUELTA A LAS ANDANZAS

O sea, a las excursiones camperas de fin de semana, las cenas con los amigos y los viajes en tren a la oficina, que son el dia a dia que justifica lo demas.

Estas 2 semanas de vuelta en Tokyo ando algo vaga, como podeis comprobar por el hecho de que no me prodigo tanto como antes por estos lares... La verdad es que por alguna razon, ando falta de sueno, y llego demasiado cansada a casa cada dia, asi que ya no me dan las 2 o las 3 escribiendo, como antes. Sera cuestion del clima. Hoy no he ido a la oficina porque he pasado una noche toledana con fiebre y dolores corporales, de esos de la gripe, que me han dejado baldada, asi que me he quedado en casa con la calefaccion a tope y a base de calditos y pastillitas. Ahora que parece que la fiebre esta remitiendo, he decidido ser un poquito productiva y me he obligado a dejar la cama y escribir un poquito.

Ya hace frio en Tokyo, aunque de momento es bastante llevadero. Enero y Febrero son los peores meses, en cuanto a frio se refiere, aunque cuando sale un dia soleado, da gusto salir a los parques o a la montana, porque es cuando mas bonito esta el cielo por aqui.

El primer domingo despues de mi regreso de Espana, fui con Arnaud, Alena y Joel a Kamakura; hizo un dia espectacular, muy buena temperatura y un cielo precioso, azul con un sol brillante.



Kamakura siempre vale una visita, esta muy cerca de Tokyo y tanto sus templos como sus montanas aseguran una excursion agradable en cualquier epoca del anyo. De todas formas, el otonyo es una de mis preferidas, sobre todo cuando el dia se presenta como el domingo que fuimos nosotros, aunque los arces rojos no habian cambiado totalmente de color en todas partes, y solo algunos ofrecian ese rojo intenso que caracteriza los bosques en esta epoca.





Aun asi, el contraste de rojos, verdes y amarillos sigue siendo espectacular, y un buen motivo para pasar el dia fuera, disfrutando de la naturaleza y la obra humana, porque el camino que elegimos esta salpicado de templos, cada uno con su encanto particular.
Esta es la entrada a Jochiji, un templo pequenito, desde el que parte la ruta que lleva desde Kita-Kamakura, hasta el Daibutsu, o gran Buda en Hase-Kamakura.





La ruta nos lleva a un pequeno tunel que se abre inesperadamente a otro pequeno templo, Zeniaraibenzaiten, donde se lava el dinero en una magica fuente que garantiza doblar lo ganado...Yo segui la tradicion, pero de momento no se ha cumplido el augurio.






Para comer, nos acercamos a Hasedera, desde donde hay unas preciosas vistas de Kamakura y el oceano, y que ademas es un templo precioso que he visitado en multitud de ocasiones. Una de sus caracteristicas curiosas son la multitud de pequenos budas alineados en su jardin, muchos de ellos tocados con baberos y gorritos, generalmente rojos, que les colocan las japonesas para pedir proteccion para sus bebes. Como muestra, este pequenin con gorrito y babero de lana verde pistacho.


Terminamos el dia con un viajecito en tren a lo largo de la costa, hasta Fujisawa, con parada intermedia en uno de mis sitios preferidos para disfrutar de una puesta de sol espectacular, con Fuji san y Enoshima en el horizonte. Por desgracia, llegamos unos minutos tarde, y nos perdimos la puesta de sol (tuvimos un flash momentaneo desde el tren solo unos metros antes de la parada), pero aun asi, a la luz del atardecer, la silueta del Fuji estaba preciosa"




De todas formas, para que no os quedeis a medias, os adjunto unas fotos del mismo sitio el otono pasado (por cierto Ignacio, que te las debia desde entonces...)







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosas fotos.¿Para cuando un viaje bloggero a Japon contigo de anfitriona?
Seguro que nos apuntabamos ;)
Alex-

matoki dijo...

Es cuestion de cuadrar fechas... yo encantada de hacer de ciccerone en este fantastico pais