Shanghai es una megaciudad fascinante. Cientos de ultramodernos rascacielos conviven con edificios modernistas, testigo de un pasado colonial exhuberante, en el que Shanghai era una de las ciudades mas prosperas de Asia, y con un encanto que le llevo a protagonizar decenas de peliculas en los primeros anyos del siglo 20.
Esta nostalgia gloriosa puede apreciarse bien en muchas zonas del centro, incluido el Donghu Hotel, en el que me aloje, mansion de estilo frances construida en 1934 con preciosos jardines, que pertenecio a un acaudalado comerciante llamado Du Yuesheng hasta que el Regimen se la expropio para ponerla « al servicio de algun servidor del pueblo »
Pero es sobre todo el "The Bund" un paseo a lo largo del rio Huangpu donde se revive ese pasado de esplendor de la ciudad, y el contraste con la reciente explosion economica del sureste chino. La orilla opuesta al Bund, acoge la nueva zona de desarrollo conocida como « Pudong », el « Manhatan » de Shanghai, literalmente plagado de rascacielos de acero y cristal, donde muchas firmas internacionales (incluida mi empresa) tienen sus sedes. La City de Shanghai, el distrito de los negocios.
Una nota curiosa, el "cafe de los pintores" junto a mi hotel, un local donde la gente se acerca a pintar y pagan por hora, con cafetito y material incluido. Me parece un concepto muy original, alguien se anima a abrir uno en Madrid?
Para llegar a Yu Yuan, pretendia coger el metro muy cerquita de mi hotel, pero poco antes de llegar a la parada, me « asalto » el primer chino avido de hacer negocio, pronunciando las 4 palabras que mas se escuchan en esta ciudad (al menos siendo guiri…) : « LOUIS VUITON, CHANEL, GUCCI, PRADA ». El sujeto en cuestion, me condujo a un cuchitril cercano, en uno de esos edificios de « detras de la fachada », pero que como os digo se encuentran a escasos pasos de los lujosos hoteles y edificios de oficinas. La entrada de la tienda recordaba a uno de los « todo a 100 » de cualquier ciudad, pero en la trastienda, minusculas habitacioncitas dan cobijo a cientos de bolsos, relojes, zapatos y carteras. Todo de « magnifica calidad » con los disenyos mas nuevos del mercado. No comprar es practicamente imposible, porque la presion de los vendedores es increible, pero reconozco que yo soy victima facil… Despues de hacerme con un Cartier y un Gucci, me condujeron a otra habitacion escaleras arriba, donde tenian los productos mas especiales, solo para « buenos amigos » como yo. Despues de esta tienda, siguieron 4 o 5 mas, siempre acompanyada por el paisano que me encontro a la salida del hotel, que por supuesto se lleva una comision de las compras que hice. Una se siente tan bien acogida sabiendo que tiene « tantos amigos » a quien recurrir ! Porque mira tu por donde, en todos los cuchitriles a los que me llevaban, me querian hacer descuentos especiales por ser « amiga », que bonito, lo de la amistad ! Pero en fin, despues de una hora trapicheando con todas las falsificaciones del mundo (y que conste que estuve super-comedida y compre solo un par de « encarguitos » ) me canse de hacer tantos amigos y les dije que ya no queria ir a mas tiendas y que me dejaran en paz (a estas alturas ya tenia 3 acompanyantes, porque todos te quieren llevar a « sus tiendas » y pareciamos una procesion, eso si, de « amigos ». De traca, en serio.
Tras deshacerme de la escolta, segui yo sola dando una vuelta por el barrio, en el que como en todas partes se entremezclan los centros comerciales y las tienduchas, los hoteles de lujo y las casuchas miserables.
Despues de una dosis de fotos, un viajecito en metro hasta la Plaza del Pueblo. El metro de Shanghai es bastante nuevo, con amplios pasillos y bastante limpio, pero la red es sorprendentemente reducida para una megaurbe de 15 millones de habitantes : tan solo 2 lineas de metro y una mas de transporte ligero elevado. Eso si, innumerables lineas de autobuses y tranvias sirven os propositos de transporte de los ciudadanos. Tambien en el metro, el omnipresente demonio Yankee saluda a los pasajeros de la mano de Coca Cola, con interminables paredes empaneladas con sus anuncios .
Que diria Mao si levantara la cabeza para ver la iglesia frente
al rascaciones del "Capital Land" (la tierra del capital!
Camine de nuevo frente al Museo de Shanghai (recuerdo que me impresiono bastante cuando lo visite la primera vez que vine a Shanghai, hace ya unos anyos)
y los nuevos edificios del lado norte, el Teatro de Shanghai y el Edificio del Pueblo, frente al que se levanta uno de los anuncios conmemorativos de la proxima « Expo » en Shanghai, en 2010.
Al fondo se ve a un hombre que estaba sacudiendo una alfombra o algo asi en la segunda fila de viviendas, que en su momento quedaba oculta, pero que ahora se ve desde la avenida al haber derruido la primera fila. Me pregunto si tambien seran derruidas estas casuchas una vez que la primera linea haya sido re-urbanizada con lujosos edificios de oficinas y apartamentos…
De momento, varios kilometros de precarios andamios de bambu y redes verdes nos recuerdan que miles de personas han sido desalojadas, y que pese a las excusas del Gobierno, la inmensa mayoria de ellos han sido abandonados a su suerte y se han buscado la vida por su cuenta, siendo acogidos por familiares o amigos, supongo que hasta que alguien decida derribar tambien las casas de estos…
2 comentarios:
Madre mia, que impresionante...... Tanto el lujo de los rascacielos como el contraste con las casas a medio derruir...
Todos los contrastes impresioana, desde luego, pero mucho mas los de este tipo, que aqui en España no se ven de manera tan escandalosa....
Me alegra ver que vuelves a ponernos al dia!!! Un besazo!!!!
Si, tienes razon. Por supuesto en Espanya tienes infraviviendas, en determinadas zonas, pero si en Shanghai el centro turistico esta asi, imaginate como estaran los barrios perifericos mas desfavorecidos... no quiero ni pensarlo...
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