En cualquier caso, tampoco estaba sola, que tuve a Arnaud y Joel pendientes de mi todo el tiempo. Paseamos por Paris, fuimos a exposiciones, galerias de arte, comimos la Panacotta de Joel y lo pasamos genial. Un millon de gracias a los dos por hacer de este fin de semana una visita para recordar.
Para empezar, os dire que el piso en el que gentilmente me acogio Arnaud, esta en una zona preciosa de Paris, muy cerca de la Bastilla y el Marais, justo enfrente del Hotel de Sully, a traves de cuyos jardines se accede a la preciosa Plaza de los Vosgos., que ademas de haber sido la primera plaza de Paris, y modelo de futuras plazas europeas, puede presumir de haber dado alojamiento a personajes tan ilustres como Victor Hugo o el cardenal Richelieu.
Tuvimos suerte y nos hizo un dia precioso, muy soleado y bastante menos frio de lo que cabia esperar en Paris en pleno Enero, asi que el paseo por el Marais, la Isla de San Luis y Notre Dame, antes de llegar a la Sainte Chapelle, fue todo un placer, con paradita incluida para tomar un cafe en una terraza, con el sonido de fondo del acordeon. Mas parisino imposible.
De las muchas iglesias preciosas que se pueden encontrar en Paris, la Sainte Chapelle es seguramente una de las mas sorprendentes. En primer lugar porque esta dentro del Palacio de Justicia, pero dentro, dentro. Desde la calle te parece que te estas dirigiendo al Tribunal de Casacion, y asi es, de hecho tienes que pasar por un detector de metales al atravesar las dependencias del Palacio de Justicia, pero en su patio interior se levanta una iglesia preciosa, dividida en 2 plantas independientes, sin comunicacion visual entre ellas, aunque a la segunda se puede acceder desde los pasillos interiores del Palacio de Justicia. Como os habreis imaginado, la segunda planta era la del Rey. Por dentro es una joya policromada con increibles vidrieras y rezumando Gotico por todos los poros.
Y despues del arte centenario, un tentenpie y cambio de tercio; tarde de galerias de arte en el Marais: lo mas moderno del arte frances, bueno, malo y regular, un poquito de todo. No os vayais a creer.
El domingo empezo por un desafio sin precedentes a esa dieta en la que me embarque antes de navidades, gracias a un suculento desayuno en el Cafe Bucheron, a base de zumo, chocolate caliente, huevos fritos, bizcocho de naranja, croissant recien hecho y una deliciosa baguette de crujiente pan caliente, que para eso esta una en Paris.
Y siguio con un recorrido gastronomico, eso si, de escaparates solo, por las variadas tiendas de alimentacion de la Rue de Saint Antoine.
chocolates
pescados
pates
Despues hicimos una pequena excursion al Palais de Tokyo, antiguo pabellon nipon en la exposicion Universal de Paris, reconvertido en espacio artistico, que alberga varias salas de exposiciones, restaurante y tienda de souvenirs. El objetivo de la visita no era tanto acceder a las exposiciones, como escrudinar su tejado, en el que de modo temporal, se asienta el Everland Hotel, una fantasia suiza que recorre el mundo a modo de hotel itinerante en donde por una sola noche, puede alojarse una sola pareja, para presumir de haber dormido literalmente con Paris a sus pies, disfrutando de una increible vista de la Torre Eiffel y una de las mejores puestas de Sol de Paris. El diseno futurista y la localizacion imposible, convierten al Everland en un lugar super-exclusivo, al que muy pocos tendran acceso hasta final del 2008 en Paris, y despues en alguna otra ciudad. Reservar es dificil, puesto que solo hay 1 habitacion, y porque los precios son tan exclusivos como el hotel, ya os imaginareis.
Habia leido que de 14:00 a 17:00 se permitia la visita al exterior de la "habitacion", pero se ve que no lei que solo era entre semana, con lo cual, nos contentamos a verlo desde abajo e imaginarnos como seria pasar alli una noche...
Y ya a orillas del Sena, un paseo de vuelta hacia el Este, pasando por el Petit Palais, Las Tullerias y el Louvre, antes de comer en un cafe frente al Centro Pompidour.
Al llegar a casa, no pude evitar salir a la ventana y hacer una foto mas del Hotel de Sully, precioso a la luz del atardecer:
Despues de un descansito y un te, compramos una tarta y unas flores para Fabienne, y fuimos a cenar a su casa. Os pongo una foto de mi imagen mas parisina, con baguette incluida:
Fabienne estaba bien, al menos por fuera. No tocamos el tema, porque creimos que era mejor no hablar de ello y ayudarle a evadirse por un ratito, asi que entre las travesuras de los ninos y los chismes de Japon, se pasaron varias horas muy agradable pese a la desgracia. Dentro de poco Sylvain y Fabienne volveran de visita a Tokyo, espero que a ella tambien le venga bien cambiar de aires por unos dias. Ella es una mujer fuerte, y Sylvain y los ninos le ayudaran sin duda a superar este mal momento. Un besazo Fabienne.
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