BALI (2) GANGGA Y TANAH LOT

Despues del paseito playero, nada mejor que una sesion privada de yoga antes de un buen desayuno en el restaurante del hotel, una construccion algo mas grande que las habitaciones, con el mismo tejado conico sobre una base de piedras volcanicas, sin paredes, abierto al oceano desde donde vimos fugazmente algunos caballos corriendo por la playa.




Tiernos bollos calentitos, fruta fresca, delicioso zumo recien exprimido, huevos, verduras, tostadas crujientes, jamon...
Lo de desayunar nada mas levantarme no va mucho conmigo, pero este festin a media manana nos sirvio tambien de comida antes del banyo matutino y las excursiones del dia.




La primera parada fue un pequenyo templo cerca de Gangga, a unos 10 minutos en el coche del hotel. No recuerdo el nombre, pero yo estaba segura de que el programa incluia Tanah Lot, y desde luego, Tanah Lot, no era.

El templo en cuestion era una reconstruccion reciente, de los 70, aunque el guia nos aseguro que era antiquisimo, y no conseguimos entender de que epoca era el original.
Dada la bondad del clima, en Bali, la vida se hace al aire libre,por lo que muchas construcciones, incluidos palacios y templos, no tienen paredes.
Los templos se estructuran en torno a patios rectangulares y segun su importancia cuentan con torres y pagodas de distintas alturas y varios templetes cubiertos con tejados de paja negra rematados por coronas doradas, reminiscencia de la cabeza de los reyes de la antiguedad, como en este pequenyo templo familiar junto al que visitamos:

La entrada a los templos suele ser parecida a esta, construida en piedra y ladrillos de adobe que fabrican con barro y fibra de coco

En los templos mas grandes, hay siempre uno o varios salones, elevados sobre el suelo y cubiertos por grandes tejados sostenidos por columnas de madera, que suelen decorarse con telas sagradas con motivo de las incontables celebraciones religiosas que se celebran.Aqui no se celebran ceremonias, pero se utilizan como lugar de encuentro para que la gente se reuna a charlar y comer las comidas ceremoniales
segun corresponda a la situacion.



Aunque el templo tiene su indudable encanto, no era Tanah Lot, asi que le insistimos al guia para que nos llevase hasta alli (aunque despues comprobe que el tenia razon, y nuestro "tour" no incluia la visita a Tanah Lot). En cualquier caso, y despues de una media hora en coche por polvorientas carreteras entre pueblecitos balineses, llegamos al mercado de Tanah Lot, antesala de uno de los templos mas famosos de Bali: Pura Tanah Lot
Tanah Lot es un templo situado sobre una inmensa roca en el mar, a la que se accede andando cuando la marea no esta muy alta.





Con las botas en la mano y el agua mas arriba de las rodillas, llegamos a la entrada del islote, donde unos santones nos pusieron unos granos de arroz cocido en la frente y unas deliciosas flores de frangipani en el pelo, para prepararnos a subir al templo.



Por desgracia, el encargado de darnos paso nos prohibio la entrada, por no ir vestidas adecuadamente. Los santones nos ofrecieron sus "sarong" (pareos), pero sinceramente, no parecia muy recomendable aceptar su amable oferta, asi que nos conformamos con ver el templo desde la orilla, una vez desandado lo andado...


Para resarcirnos, nos dimos a las compras en el mercado, incluido un gigantesco zumo de pinya natural, una pinya entera por zumo, recien exprimido delante de nosotras. Nos costo un poco decidirnos, debido a la amenaza de la "Bali Belly" (la diarrea tipica que ataca a los turistas por comer y beber cosas que no deben), pero finalmente pensamos que algo tan apetitoso no podia estar malo, e hicimos bien, porque estaba delicioso y no nos provoco ningun efecto secundario.

De vuelta en el hotel, y despues de descargar las compras, un paseito por los campos de arroz y el pueblecito cercano, Gangga, acompanyadas por uno de los empleados del hotel que nos explico mil historias sobre las cosechas de arroz, la vinculacion de los balineses con la familia y el lugar de nacimiento y otras tradiciones balinesas.



En Bali hay dos estaciones: la humeda, de marzo a julio, y la seca a partir de agosto. Nosotras llegamos pues al principio de la estacion seca, cuando algunos tipos de arroz estaban empezando a cosecharse. Existen diferentes variedades, que se cultivan en distintas epocas del anyo, alternandolas tambien con otros productos, principalmente los cacahuetes, para no agotar la tierra. Pese a tener una estacion seca muy larga, el agua nunca falta en las plantaciones de arroz, gracias a un elaborado sistema de irrigacion que distribuye por todas y cada una de las fincas el agua acumulada en las montanas durante la epoca de lluvias.


Pese a ser una aldea minuscula, en Gangga no faltan el templo comunitario, y los templos familiares en cada casa. Los balineses han de cumplir innumerables tradiciones con respecto a sus muertos, sus padres, sus hijos, las cosechas, el trabajo... Hay ceremonias para todo lo imaginable, y para muchas otras cosas inimaginables (como el limado de los dientes, cuando la persona ha adquirido la mayorida de edad "moral", algo asi como nuestra confirmacion, pero bastante mas ceremonial y doloroso...).Por ello, los balineses tienen un apego especial al lugar de nacimiento, y dificilmente lo abandonan, porque si lo hicieran, no podrian atender las ceremonias familiares, lo que atraeria el infortunio para ellos y sus familias.




En ocasiones especiales, como fiestas comunitarias, o cuando se reciben visitas en una casa, se engalanan las calles o la puerta de la casa familiar con largisimas palmas trenzadas, a la manera de nuestras palmas de Domingo de Ramos, con vistosos adornos visibles desde antes de cruzar las puertas del pueblo. Porque todos los pueblos tienen puertas, pequenas o grandes, pero puertas al fin y al cabo.



Tambien son tipicas construcciones como la de la foto, que vienen a ocupar la funcion de "la plaza del pueblo" de cualquier pueblo. Es donde los hombres (las mujeres no) se reunen a charlar despues del dia de trabajo en el arrozal.
Es curioso, pero por todas las aldeas que recorrimos en Bali, y fueron muchas, encontramos siempre a montones de hombres ociosos, a cualquier hora del dia, sentados en sitios como estos, a la puerta de las casas, o tomando algo en los pequenos "warang" (bares) que veiamos por todas partes.



Tras la pequenya excursion, nada mejor que una visita al spa para regalarnos un buen masaje antes de la cena. Es momento memorable no ha quedado inmortalizado, aunque ya os digo que fue sublime, gracias a los aceites de jazmin y los poderosos dedos de la masajista, pero para vuestro deleite, os pondre unas fotos del sitio, para que os hagais a la idea:




Como veis, no se les escapaba ni un detalle. Cada centimetro cuadrado del hotel estaba pensado para resultar agradable y acogedor.
Y para hacer la espera mas amena antes de la cena, un te con pasteles de arroz y miel despues del masaje, contemplando una preciosa puesta de sol.




Y para terminar, rompere el embrujo de estos momentos con un comentario sobre la aficion dominguera preferida de los jovenes de Gangga y alrededores: coger la moto para irse a pelar la pava a esa playa otrora desierta e idilica que os describia en el post anterior. Como veis, no somos nadie.