SAKURA LOKURA

Esta vez si que he cumplido el objetivo de visitar Kyoto en plena temporada de Sakura (el cerezo en flor). La primavera pasada cancele el viaje a ultima hora, porque las previsiones meteorologicas eran malas, pero esta vez decidi ir pasara lo que pasara. La verdad es que el sabado no hizo buen tiempo, estuvo lloviznando casi todo el dia, pero aun asi merecio la pena mil veces.
Elizabeth y su marido (Satoro) me fueron a recoger a la estacion de Kyoto

y de alli nos fuimos directamente a Nanzenji, un templo con unos jardines preciosos, donde por supuesto el cerezo fue el protagonista absoluto. Comimos en una Tofuya junto al templo


Tofuya significa “tienda de tofu” y es un restaurante tradicional donde se comen diferentes tipos de tofu, que me encanta. Kaize kun no comio tofu, si no los potitos preparados por Eli. Tiene solo 7 meses, pero esta enorme, y con unos mofletotes impresionantes.

Después de comer, un paseito entre cerezos y arces en los jardines de Nanzenji.

Los arces estan aun verdes, aunque cuajados de minusculas florecitas rojas. En Noviembre las hojas se volveran rojo intenso, dando paso a otra epoca gloriosa de los bosques y jardines japoneses.

Pero como quedamos en que fui a ver cerezos, os pongo unos cuantos, para que os empacheis...

Y para continuar, un paseito de 2Km por la Senda de los Filosofos, hasta Ginkaku-ji. Se trata de un caminito a lo largo del canal que comunica el lago Biwa, al norte de Kyoto, con el rio Kamo, que atraviesa la ciudad. A ambos lados del sendero se alinean cientos de cerezos , con ramas que caen sobre el canal en una orgia de minusculas flores blancas:

Entre cerezo y cerezo, me tome un respiro para visitar el templo de Honen-ji, tomando un desvio de la Senda de los Filosofos. Entrar en el templo fue como caminar hacia atras en el tiempo, al menos hasta el Otono, por los tonos rojizos del jardin de Honen-ji
La Senda de los Filosofos termina en el templo de plata, Ginkaku-ji, conocido particularmente por su jardin zen y el monticulo de arena que recuerda a Fuji san:

Tenia muchas ganas de visitar este templo, porque en Noviembre no pudo ser (Ignacio no me dejo, e hizo bien, porque asi pudimos aprovechar mejor el dia para visitar Miho Museum), asi que aunque el tiempo no acompanaba, disfrute mucho de la visita. El templo esta al pie de las montanas, y el jardin se confunde con las laderas y aunque no hay muchos cerezos, el conjunto es precioso.

Y para acabar la visita, un amazake calentito, para entrar en calor y tomar un respiro.

La segunda parte de mi sabado en Kyoto os la cuento en el siguiente post. La increible experiencia de Heian Jingu y los Benishidare...